Debido al incremento en edad, algunas personas mayores comienzan a darse cuenta de sus dificultades para realizar tareas sencillas que hasta el momento podían llevar a cabo sin esfuerzos.
En muchas ocasiones, estas son personas que han tenido trabajos tan importantes para la sociedad como pueden ser médicos, abogados, farmacéuticos, etc. Que, progresivamente, van olvidando aquellas tareas que han sido tan rutinarias en su día a día y que ahora les son casi imposibles de realizar.
Otras, son personas que se han dedicado toda su vida a cuidar de los demás (sus hijos, nietos) y a ayudar en su día a día a sus familiares. Por lo que, perder esa capacidad de ayuda y esa capacidad de realización de tareas, les lleva a una sensación de pérdida de validez y a una disminución de su autoconcepto y su autoestima.
Sentirse a gusto con uno mismo mejora diversidad de aspectos en una persona. Entre ellas, incrementa las relaciones sociales y familiares; la voluntad para seguir realizando por sí mismo aquellas tareas que es capaz de hacer, aunque le cueste más trabajo que antes; las ganas de mantenerse activo en su día a día; además de permitir disfrutar del periodo de envejecimiento con la mejor calidad de vida posible.
No crear confianza en sí mismo y seguir autolimitándose debido a la baja autoestima, crea niveles de confianza cada vez más bajos, lo que lleva al fracaso.
Contents
¿Cómo impulsar la autoestima entre las personas mayores?
Incrementar la autonomía de la persona mayor
La forma más generalizada y destacada es incrementando su autonomía, dejando que aquellas tareas que estas personas puedan seguir realizando, aunque con un poco más de esfuerzo que unos años atrás, sigan realizándolos de manera autónoma.
Si es necesario para que lleve a cabo la tarea, prestarles ayuda hasta el punto en el que puedan seguir ellos por sí mismos. De esta manera, se sentirán más útiles y beneficiará su autoconfianza.
Aceptar sus limitaciones
Ayudarles a que acepten sus limitaciones. Fijar metas con ellos y pedirles que hagan tareas que realmente puedan llevar a cabo. Conseguirán los objetivos de cada tarea e incrementará su autoimagen.
Transmitirle confianza
Cualquier logro que consigan por sí mismos, será importante para ellos, por lo que, transmitirles nuestra confianza en ellos y nuestra satisfacción ante objetivos logrados, lo acogerán como algo muy positivo y les dará la fuerza para seguir cumpliendo y compartiendo sus metas.
Permitirles tener voz y voto en las decisiones
Permitirles tener voz y voto en las decisiones importantes sobre ellos mismos o aquello que le involucre. De lo contrario, estaremos acrecentando la visión de ellos mismos como personas completamente dependientes a todos los niveles.
Tener intimidad
Permitirles intimidad, aunque vivan con otros familiares o en algún centro de personas mayores.
No tratarles ni hablarles como si fuesen niños
No tratarles ni hablarles como si fuesen niños, ya que son adultos mayores con capacidad de decisión, con responsabilidades y capaces de asumir su propia vida.
Como se puede observar, hay muchas maneras de incrementar la autonomía de las personas mayores, pero sin duda, mantenerse activos mental y físicamente desde el inicio del deterioro es lo más importante para parar y ralentizar dicho deterioro el mayor tiempo posible.
Para ello, la actividad física es una de las actividades más destacadas. Deben tener una rutina de ejercicio físico, si es posible, al aire libre, ya sean caminatas, natación, paseos en bici, o aquella actividad que más les guste.
El quedarse en casa sin nada que hacer les lleva a la pérdida acelerada de facultades tanto físicas como mentales.
Otra de las actividades más destacadas para evitar el deterioro, es la estimulación cognitiva. La actividad física ayuda a mantenerlos activos tanto física como mentalmente, pero necesitan ejercitar todas las áreas cognitivas, sobre todo aquellas que comienzan a deteriorarse, para que encuentren un beneficio.
Por ello, ambas áreas, tanto la estimulación a nivel física como la cognitiva, deben ir de la mano para evitar el deterioro de la persona, con ello su autonomía y su propio autoconcepto, y, por tanto, su autoestima.