La desorientación en personas mayores, puede provocar intranquilidad, somnolencia, alteración del lenguaje, pensamientos fragmentados y distorsionados. Además, puede conllevar taquicardia, sudoración, ansiedad.
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Desorientación en personas mayores: causas
La desorientación en ancianos puede ser debido a diferentes causas. Entre otras, se puede dar por disminuciones importantes en los niveles de sodio y potasio, por caídas recientes, por presentar infección urinaria, enfermedades que cursen con deshidratación, patologías infecciosas respiratorias.
Asimismo, cuando una persona mayor tiene algún grado de deterioro cognitivo o alguna demencia, empieza a padecer dicha desorientación. Para enfrentarse a ello, es indispensable conocer qué significa esta patología y cómo actuar para ayudar a la persona que los padezca.
Tipos de orientación en las personas
- La orientación espacial es aquella referida al entorno: el lugar donde están, dónde viven, a dónde van, etc.
- La orientación temporal permite a las personas mayores manipular la información y situarla en un momento determinado: qué día es, el mes, año, etc. También les permite deducir cuál es el momento conveniente para cada cosa.
- La orientación personal les permite integrar toda la información personal: el nombre propio, edad, lugar de nacimiento, nombre de los familiares, etc.
La desorientación suele presentarse entre los primeros síntomas de Alzheimer. Aunque, como ocurre en la mayoría de los síntomas de las demencias, no en todos los casos es igual, pero habitualmente la primera en verse afectada es la orientación temporal, seguida de la espacial y, por último, la personal.
Asimismo, como es normal, si la persona comienza a tener dificultades de memoria, problemas para registrar información nueva o acceder a la previamente almacenada, peor será su orientación, costándole acordarse del día que es, el nombre de sus familiares, etc.
Cuanto más avanzado está el deterioro, mayor es la desorientación, y con ello, también se observa la afectación de los más allegados.
Terapia de Orientación a la Realidad
La Terapia de Orientación a la Realidad es una terapia no farmacológica que permite establecer un vínculo entre las personas mayores y su propia realidad, mejorando su control y autoestima, así como la comprensión de aquello que les rodea.
Para realizar una Terapia de Orientación a la Realidad es necesario tener en cuenta las tres áreas anteriormente citadas, y usar todo aquello que les rodea, integrando esta terapia en el día a día.
A continuación, hablaremos de diferentes ideas y estrategias para mejorar la orientación de estas personas:
- Para facilitarles que sean conscientes del día y el lugar en el que se encuentran en cada momento, se pueden instalar relojes y calendarios a la vista. Cuanto más sencillos y claros sean, mejor.
- La repetición es también siempre una buena ayuda, y si además les implicamos en el proceso, mejor. Se pueden realizar carteles con información del día: qué día es, qué tiempo hace, la estación, etc., y ponerlos a la vista y poner varios en toda la casa o donde suela estar la persona.
- El saber lo que les acontece en la actualidad y en su alrededor es positivo. Se puede comentar o ver las noticias (telediario, leer la prensa, radio).
- Comentar y trabajar con ellos información relevante sobre ellos mismos les ayuda a la orientación en persona. Pueden hablar, dibujar o escribir sobre un lugar determinado, el pueblo, la ciudad donde vive o ha vivido, etc.
- Trabajar la reminiscencia mediante información personal: nombre, edad, fecha de nacimiento, nombre de sus familiares más cercanos, profesión, etc.
- Ver fotos de su niñez/juventud y hablar sobre ellas y las personas que aparecen en dichas fotos.
- Ejercicios de estimulación cognitiva para relacionar diferentes aspectos entre sí.
- Establecer rutinas para que todos los días realice las mismas actividades a las mismas horas, así sabe aproximadamente en la hora del día en la que se encuentra.
- Hablarle llamándole por su nombre propio.