La estimulación cognitiva es un conjunto de actividades que se realizan para mejorar y/o mantener las funciones y los procesos cognitivos en general a través de programas de estimulación.
Los procesos cognitivos son aquellas funciones mentales que nos permiten tanto recibir como almacenar y procesar la información del medio para obtener una meta u objetivo y para poder adaptarnos a nuestro entorno.
El funcionamiento de los procesos cognitivos es como una gran cadena de montaje, ya que, las actividades cognitivas que realizamos son muy complejas, y para que estas funcionen, necesitamos que las más simples se desarrollen correctamente, por lo que las interferencias en pasos anteriores tendrán repercusión en el resultado obtenido finalmente.
Los principales objetivos de estos programas de estimulación son:
- Ralentizar el deterioro de la persona.
- Mejorar su propio autoconcepto y autoestima y con ello su autonomía personal.
- Evitar su desconexión con el medio.
- Impedir síntomas emocionales como el estrés o trastornos como la depresión.
- Mejorar la calidad de vida del paciente y su familia, siendo esto último, uno de los mayores beneficios que se puede obtener de la estimulación cognitiva, el incremento de calidad de vida tanto de la propia persona como de su entorno familiar y social.
Es muy importante en estos programas, trabajar las capacidades preservadas de la persona, puesto que, además de mantener a lo largo del tiempo su funcionamiento correctamente, contribuirá a evitar la frustración del paciente y a la mejora global de la conducta y el estado de ánimo de la persona.
Cada vez son más los estudios y datos que avalan que estos programas de estimulación son actividades que presentan beneficios para cualquier público, pero están destinadas especialmente a personas mayores tanto en su proceso de envejecimiento normal que comienzan a perder sus capacidades, como para personas mayores con deterioro cognitivo en cualquiera de sus niveles y en situación de presentar una demencia leve, con el fin de mantener sus funcionalidades cognitivas el mayor tiempo posible.
Estos programas de estimulación cognitiva se pueden realizar tanto en centros específicos para ello, como en el propio domicilio, presentando este último caso ciertas ventajas para la persona.
Ventajas de la estimulación cognitiva en el propio domicilio
Entre dichas ventajas, podemos destacar que, la persona se encuentra en un entorno conocido y seguro para sí mismo, lo que le aporta una estabilidad emocional muy importante a la hora de conseguir beneficios de las sesiones.
Por otro lado, en caso de ser una persona dependiente físicamente, no tiene que moverse de su domicilio cada vez que tenga que recibir una sesión, ya que es el profesional el que se desplaza a su casa.
Asimismo, teniendo en cuenta que las sesiones tienen una duración de 1 hora, el paciente se beneficia de un trabajo completamente individual y personalizado, teniendo 60 minutos íntegros para él/ella.
Otra de las ventajas, es que, dentro de las posibilidades del profesional, el paciente puede adaptar el horario de las sesiones a sus necesidades.
Por todos los beneficios y las ventajas que tiene recibir las sesiones de estimulación cognitiva en casa, Salutte cuenta con profesionales de la psicología especializados en ello y con años de experiencia en el trabajo de estimulación con personas mayores en su domicilio.
Para ello, una vez el profesional se pone en contacto con la familia que decide contratar el servicio, se informa del perfil y las necesidades del paciente, realizando una evaluación exhaustiva en la primera sesión para poder asentar los objetivos oportunos y comenzar a realizar un trabajo completo y personalizado con la persona.