España es uno de los países con más envejecimiento poblacional del mundo. De acuerdo con el índice de envejecimiento, la proporción de población española de 65 años o más se ha duplicado en los últimos 30 años, ocupando el séptimo lugar entre los países europeos. Por ello, se espera que la carga de trastornos neurodegenerativos crónicos, especialmente la demencia, prospere de manera exponencial.
La demencia, como se ha planteado, es un tipo de trastorno neurodegenerativo crónico, complejo y en muchas ocasiones relacionado con el envejecimiento, el cual va progresando de manera gradual y progresiva.
Este tipo de enfermedad, da lugar a una pérdida de memoria, además de otras funciones cognitivas como pueden ser la atención, el lenguaje, la orientación, etc., que, gradualmente, junto con la presencia de alteraciones conductuales, termina afectando considerablemente a la calidad de vida del paciente y su familia.
Cada año, se incrementan los casos de personas con algún tipo de demencia debido al nombrado aumento de esperanza de vida. Solo en España hay alrededor de 600.000 personas que sufren de demencia y aproximadamente 400.000 de ellas, presentan enfermedad tipo Alzheimer.
En un estudio sobre las demencias más frecuentes en España y en qué medida afectan a la población, se concluyó que la prevalencia de la demencia y, en concreto, de la enfermedad de Alzheimer en el centro y el noreste de España es mayor en las mujeres que en los hombres, aumentando además con el incremento en edad.
Estas personas con demencia tienden a padecer más enfermedades que la población general, con una media de hasta 2,4 enfermedades crónicas más, acentuando la alta prevalencia de factores de riesgo vascular.
Dificultades frecuentes de la demencia son las alteraciones de conducta, caídas, infecciones de orina y desgaste de la movilidad. Por otro lado, las quejas cognitivas se han convertido en una de los principales motivos de consulta en Neurología, estando en el segundo puesto en la población general y en el primero en los mayores de 65 años.
Del total de estas personas que presentan demencia, un 88,67% se encuentran en situación de ‘gran dependencia’, necesitando una atención constante por parte de familiares y/o profesionales.
En Salutte somos conscientes de estas elevadas cifras en nuestra población, por ello, contamos con cuidadores con experiencia en la atención, el acompañamiento y el cuidado de personas mayores dependientes con presencia de demencia.
Asimismo, es muy importante ser conscientes de que debemos actuar para frenar el deterioro cognitivo a tiempo antes de que la persona comience a padecer una demencia avanzada. Para ello, contamos con la estrategia no farmacológica más estudiada hasta el momento para la prevención y el tratamiento de las demencias, denominada estimulación cognitiva.
En Salutte, ponemos a disposición de las familias que lo necesiten este servicio de estimulación cognitiva, realizado en el domicilio de la persona, de la mano de nuestra psicóloga especialista.