La desorientación en personas mayores puede ser un estado muy común entre estas personas, sobre todo si se encuentra pasando alguna enfermedad o si están comenzando a padecer alguna demencia.
La orientación en las personas puede ser temporal, espacial y personal
- Temporal: permite manipular información y situarla en un momento concreto: qué día es, el mes, año, estación, etc. También les permite entender cuál es el momento adecuado para cada cosa.
- Espacial: permite ser conscientes del entorno: dónde están, dónde viven, etc.
- Personal: Permite conectar consigo mismo: nombre propio, lugar y fecha de nacimiento, edad, familiares, etc.
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La desorientación en personas mayores puede ser debido a diferentes causas
Puede presentarse estable en el tiempo, normalmente debido a la presencia de alguna demencia; o, por el contrario, presentarse como un cuadro de manera temporal, cuyas causas pueden ser deducciones considerables en los niveles de sodio y potasio, caídas recientes, cuadros de infección urinaria, deshidratación, enfermedades infecciosas respiratorias, ingreso hospitalario, ingreso en residencia, entre otras en las que se perjudique la apropiada estructura cognitiva y aparezcan señales de pérdida temporal en la orientación.
Asimismo, otra causa puede ser el efecto secundario de algún medicamento que estén tomando, así como, cambios en el ambiente donde reside, trastornos en el sueño, fatiga o insuficiencia hepática.
Las primeras personas que pueden detectar el cuadro de desorientación es la familia o las personas que convivan con el adulto mayor, ya que, son las que mejor conocen el estado cognitivo y conductual previo de la persona.
Consecuencias de la desorientación en personas mayores
La desorientación en personas mayores tiene muchas consecuencias, pero las más conocidas son problemas en el sueño, inquietud, alteraciones en el lenguaje, pensamientos e ideas distorsionadas, signos de ansiedad y distorsiones temporales, combinando eventos del pasado con los más actuales.
¿Cómo podemos ayudarles?
Es importante que le facilitemos a la persona en estado de desorientación toda la ayuda necesaria. Para ello, dejamos aquí algunos tips:
- Garantizar un entorno lo menos estresante. No mover muebles de sitio, habitaciones accesibles, buena luminosidad.
- Intentar que la persona siga unas rutinas habituales todo lo que sea posible.
- En caso de necesitarlo, explicarle dónde está tantas veces como sea necesario.
- Para dormir, debe tener un entorno bien ventilado, sin mucha luz artificial y sin ruidos que puedan causarle estrés.
- Intentar que no se aísle de su círculo social ni de familiares.
- Cuando salga a la calle a realizar cualquier actividad, que siempre lo haga en compañía.
- Cuando haga preguntas en las que evidenciemos que se encuentra desorientado, no juzgar ni hacérselo saber, simplemente guiarlo y acompañarlo con paciencia y con el uso de un lenguaje sencillo y comprensible.
- Ofrecer al adulto mayor el uso de las gafas graduadas o los dispositivos de audición adecuados en caso de necesitarlos.
Si la familia no tiene la disponibilidad suficiente como para hacerse cargo de la atención y los cuidados que el familiar mayor necesita en estos casos, es importante acudir a un buen profesional.
En Salutte contamos con profesionales con años de experiencia en el cuidado de personas mayores con patologías de este tipo, lo cual, además le ofrece a la familia confianza y bienestar cuando necesitan de una ayuda externa que garantice una buena atención a su familiar.