Envejecer en el hogar

Envejecer en el hogar

Envejecer, en muchos casos, implica una serie de cambios en nuestras rutinas y en nuestra vida en general.

Dependiendo de la persona, es posible que, debido a muchas causas como la limitación física, pérdida de memoria, desorientaciones, es imprescindible la necesidad de atención y acompañamiento.

Dentro de las alternativas que los familiares tienen de ofrecerle a su familiar dicho cuidado y atención, parece ser que el preferido por el propio mayor es la ayuda a domicilio, por garantizar mayor comodidad y bienestar.

Debido a que la forma de vida va cambiando, cada vez las personas tenemos más responsabilidades en el trabajo y en los quehaceres de la vida diaria, lo que nos imposibilita, además, cuidar de un familiar dependiente con el tiempo que ello supone.

Por ello, cada vez son más las familias que apuestan por empresas que prestan estos servicios de atención domiciliaria, ya que, el tiempo que tienen para dedicarle a su familiar, lo quieren para estar con ellos, charlar, pasear, o hacer actividades que a ambos les aporten, no simplemente para tener que atenderles porque no tengan más ayudas.

Afrontar los cambios de la edad no es tarea sencilla

La transformación en los hábitos y rutinas que pueden sufrir las personas mayores, puede ser todavía más complicadas cuando las circunstancias obligan a un cambio de entorno.

Por ello, estas personas siempre eligen el cuidado en su propia casa, ya que, trasladarlas a una residencia supone una ruptura con el contexto más próximo, una ruptura con sus recuerdos, su zona de confort donde se sienten seguros y sienten su hogar.

Todo ello supone un proceso de adaptación que no todas las personas de edad avanzada están dispuestas a afrontar y que no todas ellas superan.

Cuando elegimos el lugar donde se va a vivir no es algo casual. Escogemos nuestra vivienda según nuestro estilo de vida y nuestras preferencias, nuestros gustos, ya sea por la ciudad y la zona que elijamos, si casa o piso, un núcleo rural o urbano, etc.

El entorno social en el que la persona se desenvuelve se convierte en parte de su identidad, por lo que para muchas personas el hecho de ingresar en una residencia puede suponer una sensación de desarraigo y de pérdida, y como familiares no queremos que esta persona viva el resto de su vida con ese sentimiento, pudiendo ofrecerle hoy en día otras optativas.

Además, el cambiar de lugar de residencia supone un cambio de hábitos, de rutinas, de contactos sociales con las personas que conoce y con las que tiene confianza, así como pérdida de la propia autonomía, ya que, deben seguir horarios estrictos para cada una de las actividades que realizan (comidas, paseos, actividades de ocio, visitas de familiares…).

Por otro lado, la intimidad que una persona tiene en su casa, no la tiene en un lugar en el que debe convivir con una gran cantidad de personas y, en muchos casos, teniendo que compartir la propia habitación. Esa sensación de calidez, de protección y de tranquilidad solo la puede proporcionar un espacio tan íntimo como el propio hogar.

Empresas especializadas en el cuidado de personas mayores

Hoy día optar por envejecer en el hogar ya no implica renunciar al cuidado y la supervisión de personas con experiencia, ya que, existen empresas especializadas como la nuestra en proveer a las personas mayores aquellos servicios que necesite para continuar viviendo en casa con una ayuda extra como son los cuidados, la limpieza, la fisioterapia, la estimulación cognitiva, etc.

Además, no sólo por la propia persona, sino que el hecho de contar con la ayuda de un cuidador o una cuidadora aporta tranquilidad a las familias, ya que, esta sabe que la atención es personalizada, el cuidador está por y para su familiar a diferencia de residencias en las que hay un cuidador para una gran cantidad de personas y no puede atenderlos a todos en el instante en el que lo necesite como pasa en casa.

Por todas estas razones, es normal entender que nuestro familiar quiera seguir envejeciendo y seguir todos los años que tenga por delante de vida en su propio hogar, en su zona de confort y seguridad, con sus recuerdos, sus pertenencias, las personas de su alrededor que ellos conocen y en quien confían para cualquier cosa que necesiten. En definitiva, el lugar que eligieron hace muchos años y donde está su casa.

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