Las demencias en general, y la enfermedad de Alzheimer (EA) en particular, se consideran un trastorno neurodegenerativo irreversible que causa un deterioro global persistente, cuyas consecuencias producen alteraciones en la cognición, la conducta y la personalidad de quien las padece.
Asimismo, originan un grave deterioro en la vida social, laboral y familiar de la persona afectada, obstaculizando el autogobierno de la misma.
Estas enfermedades neurodegenerativas forman un problema de salud cada vez más prevalente en nuestra sociedad.
La repercusión sociosanitaria de estas enfermedades, pone de manifiesto la necesidad de instaurar medidas preventivas y estrategias para paliar los síntomas y disminuir su repercusión sobre las actividades de la vida diaria y sobre su contexto social y familiar.
Además de, por la ausencia de tratamientos farmacológicos, las estrategias no farmacológicas desempeñan un papel fundamental en su abordaje terapéutico, siendo la estimulación cognitiva una de las estrategias no farmacológicas más estudiadas para el tratamiento y la prevención del deterioro cognitivo.
Esta práctica se basa en técnicas y ejercicios específicos (papel y lápiz, fichas, juegos, actividades informatizadas…) guiados por un especialista con el fin de promover la actividad cognitiva y optimizar el funcionamiento cognitivo, mejorando así la calidad de vida de la persona.
Contents
Estimulación cognitiva según el paciente
El objetivo principal de esta técnica va a ser diferente dependiendo del momento y el nivel del deterioro de la persona:
Sujetos cognitivamente sanos
El objetivo es prevenir la aparición y desarrollo del deterioro cognitivo a través de la incidencia positiva que tiene esta intervención en la reserva cognitiva del paciente. La estimulación cognitiva tiene un papel muy destacado en retrasar la expresión clínica de dicho deterioro.
Pacientes con Deterioro Cognitivo Leve (DCL)
En pacientes con Deterioro Cognitivo Leve (DCL), fase prodrómica de la enfermedad neurodegenerativa, el objetivo de la estimulación cognitiva sería retrasar todo lo posible el desarrollo de la demencia, ya que, en estas fases los mecanismos de plasticidad cerebral se mantienen, incidiendo esta técnica, por tanto, en el retraso del desarrollo de los síntomas.
Pacientes con diagnóstico de demencia clínicamente definida
El objetivo es maximizar las funciones cognitivas preservadas y/o residuales y mantener la capacidad de aquellas funciones más afectadas de la persona con la finalidad de aminorar la velocidad de progresión del deterioro cognitivo y funcional.
Por otro lado, es posible que en DCL o demencia, se presente comorbilidad con síntomas psiquiátricos (delirios, alucinaciones) y alteraciones conductuales que estos síntomas suelen acarrear (ira, agitación, ansiedad, repetición de gestos o vocalizaciones constantes), los cuales son los que más estrés producen en los familiares.
Con la intervención a través de la estimulación cognitiva, gracias a que ayuda a frenar el deterioro neuronal, ayudará a retrasar o suavizar la aparición de estos síntomas asociados a la demencia.
En resumen, la estimulación en personas con deterioro cognitivo y demencias se lleva a cabo con el fin de enlentecer la progresión de la enfermedad y controlar la morbilidad asociada a dicho deterioro, lo que implicará un mejor desempeño de la persona en las actividades de la vida diaria, una mejora de su estado anímico y un incremento de la autoestima del paciente, incidiendo en una mejor calidad de vida tanto de la propia persona como de su familia.
Por ello, es tan importante la detección temprana de esta enfermedad, ya que cuanto menos avance tenga esta, a priori, más efectiva es la intervención realizada, logrando así frenar el desarrollo del deterioro lo antes posible.
En Salutte, contamos con profesionales de la psicología especializados en la intervención de personas con deterioro cognitivo leve o demencia a través sesiones de estimulación cognitiva en el domicilio de esta persona, siendo el lugar idóneo, ya que, el paciente se encuentra en su zona de confort, lo que le aportará la tranquilidad y seguridad que necesita para dicha intervención. Asimismo, tiene la ventaja de que, al ser individuales, las sesiones son completamente personalizadas y centradas en la persona.
Por otro lado, si lo necesita la persona y/o su familia, podemos realizar las sesiones de manera online, necesitando solo un portátil o una tablet para llevarlas a cabo.