La importancia de conectar con el cuidador y de su empatía hacia la persona

La importancia de conectar con el cuidador y de su empatía hacia la persona

Se conoce a la empatía como la capacidad de la persona para entender los sentimientos y las emociones de otra persona, intentando experimentar de manera objetiva lo que siente el otro, validando estas emociones ya sea de manera verbal o no verbal, sin realizar juicios de valor.

Dicha empatía comienza cuando empezamos a escuchar a la otra persona, sin presuponer, simplemente con el objetivo de ayudarle. Esto debe hacerse de manera global, comprendiendo la situación psicológica de la persona, física y social.

Esta capacidad, es la principal característica que debe tener nuestro cuidador, además de su vocación por el trabajo realizado, ya que, a partir de aquí, será cuando dicho trabajador comprenda la realidad que vive la persona mayor y, por tanto, cómo debe actuar y realizar su trabajo con dicha persona.

Una vez esto, la persona será consciente de que ha conectado con el cuidador, ya que, sus necesidades, y no solo las físicas y/o fisiológicas, estarán cubiertas por esta persona, siendo cuidada y atendida de la manera que se desea y a partir de lo que realmente necesita.

Para todo ello, los cuidadores deben ir más allá de tratar unos simples síntomas o de ayudar en aquellas tareas que la persona no es capaz por sí misma, debe comprender qué necesita de él/ella y cómo lo necesita, atendiendo además a sus necesidades personales (ocio, descanso, acompañamiento…), siendo capaces, en ocasiones, incluso de anticiparse a ellas.

En conclusión, el cuidador debe entender y a partir de aquí ayudar sin imponer su propio criterio y teniendo en cuenta las necesidades del otro.

Debido a todo esto, en Salutte entendemos la importancia de que exista una conexión entre el cuidador y la persona mayor, ya que, en ocasiones, es incluso más importante que otras cuestiones que, de primeras, siempre buscamos en un trabajador.

Por ello, ofrecemos la oportunidad de sustituir al cuidador en el momento en que la persona lo necesite, porque entendemos que, a veces, aunque el trabajador haga correctamente su trabajo, es posible que esta conexión, por un motivo u otro, no ocurra entre dicho trabajador y la persona a cuidar.

Asimismo, siempre damos la posibilidad de conocer al cuidador antes de comenzar a dar el servicio.

Compartir artículo: