La nictofobia es una enfermedad caracterizada por el miedo a la noche, a la oscuridad o a estar fuera de casa después de que empiece a oscurecer.
En las personas mayores, esta afección es frecuente debido a problemas cognitivos relacionados con la edad o con demencia. Asimismo, los factores de estrés y los problemas físicos también pueden contribuir al comportamiento nictófobo.
El tratamiento de la nictofobia suele consistir, siempre que sea posible, en una terapia cognitivo-conductual y en la administración de medicamentos.
La fobia a la oscuridad en los mayores puede ser una afección frustrante y difícil de tratar, no solo para quien la padece, sino también para los familiares.
Aunque hay varias posibles causas, como los cambios de visión relacionados con la edad, se cree que la mayoría de los casos se deben al miedo a lo desconocido.
Aunque, como se ha comentado, se suele tratar con medicación o terapia, para muchos pacientes la solución puede ser tan sencilla como investigar rutas de escape o mantener una luz encendida por la noche. Independientemente de la causa, es importante reconocer la fobia a la oscuridad en estas personas y tomar medidas para abordar el problema.
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Síntomas de la nictofobia
- Extrema ansiedad, incluso terror ante la perspectiva de oscuridad.
- Dolores en el pecho, mareos, náuseas, sudoración…
- Ataques de pánico por la noche.
- Incapacidad de dormir.
- Interferencias en la vida diaria.
- Rechazo a salir de casa en horas en las que no haya luz solar.
Causas de la nictofobia
La causa exacta de esta afección no se conoce bien, pero hay varias teorías, pero, como se ha dicho anteriormente, puede que esté relacionada con problemas de visión o con el deterioro cognitivo.
También puede estar causada por otros factores, como el estrés, la depresión, los problemas de sueño, la sensibilidad a la luz o traumas del pasado.
Aunque las razones exactas de la nictofobia no están claras, es importante que las personas afectadas por esta enfermedad busquen ayuda de un médico.
Combatir el miedo a la oscuridad en personas mayores
El miedo a la oscuridad puede ser un inconveniente importante para el sueño y la función cognitiva, y también puede producir un malestar emocional.
Para ello, hay una serie de medidas que se pueden llevar a cabo para ayudar a combatir el miedo a la oscuridad en tu familiar mayor.
En primer lugar, es importante centrarse en la seguridad. Enseñar a tu ser querido a evitar que se aleje, sobre todo por la noche, y a seguir medidas de seguridad como cerrar las puertas con llave, retirar los objetos de valor y tener un teléfono móvil cerca.
Además de esto, ofrecer una luz nocturna puede ayudar a dar una sensación de refugio y seguridad durante las horas de oscuridad.
Por último, puede ayudar el mantener un horario y una rutina regulares para aliviar la preocupación por el lugar en el que se va a dormir.