Papel del neuropsicólogo con personas mayores

Papel del neuropsicólogo con personas mayores

En nuestra sociedad cada vez tenemos mayor longevidad, lo que además va a ir aumentando con los años. Con el aumento de la edad, se aprecia un posible descenso de las funciones cognitivas, y, aunque no es algo generalizado, hay un gran porcentaje de personas que experimentan enfermedades neurodegenerativas.

En torno al 20% de la población mayor de 65 años desarrolla demencia.

La neuropsicología en la tercera edad

El trabajo de la Neuropsicología en la tercera edad permite examinar y abordar los factores del envejecimiento que derivan en alteraciones o trastornos que desembocan en déficits funcionales, emocionales y conductuales.

La Neuropsicología de la tercera edad apunta a estimular para mantener la autonomía del adulto mayor la mayor cantidad de tiempo posible, ya que, la preservación de las funciones cognitivas es una condición necesaria para desenvolver una vida independiente y productiva.

El neuropsicólogo y las personas mayores

El neuropsicólogo se encarga de evaluar, rehabilitar y mantener las diferentes funciones cognitivas que intervienen en el día a día de las personas mayores y que a menudo se ven interceptadas por el estado de ánimo, por factores ambientales o por diferentes circunstancias, tales como traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares (ACV), tumores, enfermedades neurodegenerativas, etc.

La intervención que el neuropsicólogo realiza en personas mayores, normalmente es la estimulación cognitiva, a través de la cuál ejercita y estimula las funciones cognitivas. Asimismo, el papel de la evaluación de un neuropsicólogo en personas con enfermedades neurodegenerativas es muy importante, ya que a partir de esta, se va a poder llevar a cabo un buen trabajo de intervención con el paciente.

Además, el neuropsicólogo forma parte de un complemento de un conjunto de profesionales clínicos con el objetivo de desarrollar un trabajo multidisciplinar adecuado y proporcionar pautas al entorno familiar y social más próximo a la persona afectada.

Por todo ello, el papel de la Neuropsicología en la tercera edad es el de mantener a través de su intervención las capacidades cognitivas de la persona, para que esta mantenga su autonomía y conserve una buena calidad de vida.

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