La probabilidad de sufrir una caída va en aumento conforme las personas comienzan a incrementar su edad, debido a que pueden presentar osteoporosis, al aumento de su fragilidad, al deterioro del equilibrio y de la funcionalidad de la persona.
Algunas de estas caídas, conllevan una fractura de cadera, la cual, tanto la fractura como su evolución y recuperación dependerá del tipo de rotura y de la persona en sí.
Lo que sí es cierto y universal para la mayoría de las personas que la sufren, es que conlleva un importante cambio en la capacidad funcional de la persona.
Tras la cirugía de cadera, es importante empezar la rehabilitación lo antes posible por parte de profesionales de la fisioterapia, evitando así las secuelas que puedan producirse por un encamamiento.
El objetivo principal de la terapia es recuperar la capacidad para caminar que la persona presentaba antes de la cirugía. Para ello, es importante trabajar el nivel de fuerza de la persona, impidiendo que se produzca una pérdida del tono muscular y mejorando así su movilidad.
En un principio, el fisioterapeuta, realizará una valoración exhaustiva, estableciendo junto al paciente y sus familiares los objetivos y el tratamiento adecuado para conseguir dichos objetivos.
A las 24 horas tras la cirugía, con la ayuda de un andador o unas muletas, se comenzará junto al profesional a dar los primeros pasos, incrementándose dicho ejercicio conforme el paciente empieza a tolerar la marcha.
Tras esto, se empezará a realizar ejercicios para la descarga del miembro inferior afecto y movilizaciones en el plano de la cadera. Asimismo, se tonificarán los músculos del miembro inferior afecto con ejercicios que trabajen la resistencia.
A partir de aquí, el resto del trabajo va encaminado a la reeducación de la marcha del paciente.
Durante algunos meses (entre 1 y 3 meses normalmente, siempre dependiendo del paciente), tras obtener el alta hospitalaria, es importante seguir con la rehabilitación para fortalecer los músculos de la pierna afectada y de todo el torso.
En ocasiones, con unas simples pautas y siguiendo los ejercicios que el fisioterapeuta le ha recomendado es suficiente, sin embargo, en otras ocasiones, dependiendo del paciente, es conveniente seguir con la rehabilitación fisioterapéutica desde casa.
En el primer caso, es importante tener en cuenta que cuando el paciente se encuentre ya en su domicilio, debe seguir manteniéndose activo, es decir, no estar más de 45 minutos o una hora seguidos sentado o en cama; dar pequeños paseos, primero por la casa y más adelante comenzar a salir a la calle (siempre evitando zonas donde pueda haber obstáculos y que el tipo de suelo dificulte la marcha, evitando tener más riesgos de caídas).
Asimismo, hay que estar muy pendientes de que los objetos necesarios en su día a día estén a su mano, ya que no es conveniente que se agache a coger algo del suelo o de muebles bajos o a atarse los zapatos, por ejemplo.
Tener un sillón adecuado para que la persona se siente también es importante, ya que no debe hacerlo en asientos en los que tengan la rodilla por encima de la cadera.
En los primeros días tras el alta, seguramente la persona necesitará ayuda de sus familiares para ciertas tareas como el aseo, vestirse, apoyo a la hora de caminar, intentar que no cargue ningún objeto de una habitación a otra mientras camina para no perder el equilibrio y poder tener los brazos libres, etc.
Por ello, es tan importante que la persona tenga a un familiar, y si no es posible, un cuidador a su lado la mayor cantidad de tiempo posible del día, para que su recuperación sea lo mejor posible y se evite cualquier caída o cualquier movimiento o actividad que no sea recomendable para el paciente.
Respecto al segundo caso del que hemos hablado anteriormente, serán aquellos pacientes que necesiten un tiempo mayor para su rehabilitación, por lo que, además de un familiar y/o cuidador a su disposición, deberán acudir a profesionales de la fisioterapia en su domicilio, puesto que, en cirugías como la fractura de cadera, es aún más importante la rehabilitación que la operación en sí, por lo que, si dejamos dicha recuperación a medias, nunca va a obtener un buen resultado de la cirugía realizada.
En Salutte, podemos ayudar en ambos casos, ya que contamos con cuidadores con experiencia en el cuidado de personas tras una cirugía de este tipo, conociendo las pautas necesarias a seguir con el paciente para su total recuperación, a la vez que contamos con profesionales de la fisioterapia, igualmente con años de experiencia en el tratamiento de personas tras una rotura de cadera.